Es una pieza icónica que celebra la fusión entre la estética clásica y el arte pop moderno. Con un formato compacto y perfectamente equilibrado de 25.7 x 25.7 cm, esta obra combina líneas limpias, una paleta neón vibrante y una reinterpretación de la figura de Venus, símbolo de belleza, desde una mirada actual y provocadora.
Firmada por el artista y enmarcada con precisión, esta edición limitada de solo 100 ejemplares eleva la figura clásica a un nuevo lenguaje visual, capturando la atención tanto de coleccionistas de arte contemporáneo como de entusiastas del diseño gráfico. Su fondo verde neón actúa como un halo moderno, resaltando la figura central y dándole una energía casi eléctrica.
Esta pieza representa el espíritu del arte pop japonés: irreverente, colorido y profundamente simbólico. Es una declaración visual que desafía los límites entre lo tradicional y lo moderno, lo espiritual y lo comercial.